Este año el primer álbum de Los Batles celebra su 50 aniversario. En conmemoración al gran éxito cultivado por la banda de Liverpool, hacemos un repaso de toda su trayectoria:
domingo, 28 de octubre de 2012
domingo, 21 de octubre de 2012
La blogosfera: el universo digital de bitácoras
Es una realidad que el mundo de la información se encuentra en una importante fase de cambio. Y es una realidad, también, que el modo de entender la información como tal ha cambiado.
Con la llegada y la evolución de las nuevas tecnologías, el establecimiento permanente de ordenadores en todos los hogares, y la facilidad de su uso en la actualidad, cualquiera está al alcance de navegar por Internet y sacar provecho de ello.
Una de las novedades más notables de esta situación, es el hecho de que Internet ha dotado de voz a todos los usuarios que hacen uso de él. Internet es el medio que ha facilitado la expresión de opiniones que, si bien antaño sólo podían ser manifestadas por unos pocos a través de los medios de comunicación, ahora pueden ser expuestas mediante esta sencilla herramienta, pública o anónimamente.
domingo, 14 de octubre de 2012
La crisis en el sector periodístico en España
En medio de esta Sociedad de la Información, caracterizada por el ansia de información y, lamentablemente, la sobreinformación, el periodismo se está enfrentando a una crisis de doble vertiente: económica y de desprestigio laboral.
La profesión periodística atraviesa una crisis histórica, el sector se aproxima a la quiebra empresarial sorteando una serie de cierres y suspensión de pagos en los medios de comunicación. En España, probablemente se trate del segundo sector que más padece la crisis financiera y bursátil. El modelo de negocio de los medios de comunicación ya no es válido y los editores todavía no han dado con un modelo que rentabilice la producción.
La profesión periodística atraviesa una crisis histórica, el sector se aproxima a la quiebra empresarial sorteando una serie de cierres y suspensión de pagos en los medios de comunicación. En España, probablemente se trate del segundo sector que más padece la crisis financiera y bursátil. El modelo de negocio de los medios de comunicación ya no es válido y los editores todavía no han dado con un modelo que rentabilice la producción.
La gravedad de la crisis está reduciendo de forma drástica las aportaciones de los medios públicos. Los despidos, el empeoramiento de las condiciones laborales, las ofertas de trabajo esclavistas y los cierres de medios en los últimos años, están causando un grave deterioro de la calidad informativa. Una de las más graves consecuencias del desprestigio son las ofertas de trabajo humillantes procedentes, principalmente, de empresas ajenas al periodismo, que contratan a periodistas profesionales para que realicen su trabajo a cambio de un sueldo insuficiente. Tanto la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles) como la APM (Asociación de Prensa de Madrid), apoyan a los periodistas y piden una remuneración digna para este sector laboral que se encuentra en gran decadencia.
Más de 6000 periodistas han perdido su empleo en los dos últimos años debido, en buena parte, a la caída de la inversión publicitaria en los medios de comunicación, sobre todo en prensa escrita. Los ingresos de publicidad son un pilar básico en los medios de comunicación. Si hay una recesión, las empresas tienen menos dinero y, por tanto, reducen la participación en prensa, televisión y radio. Esta pérdida se traduce en una mayor dificultad de sostenibilidad por parte de los medios. El primer medio en cerrar fue el periódico gratuito Metro, a principios del año 2009. Desde entonces, alrededor de 30 periódicos, 20 revistas, 20 cadenas de televisión y emisoras de radio, 10 periódicos digitales y 4 agencias de comunicación han ido aumentando la lista. Hay que añadir, en su misma situación, el cierre del periódico gratuito ADN y del diario Público, los más recientes en unirse al grupo. Estas medidas suponen la pérdida de una voz crítica e indispensable para la pluralidad informativa y de pensamiento.
No es de extrañar, ante estos datos, que El País haya tenido que anunciar un Expediente de Regulación y Empleo (ERE) con el propósito de reducir la plantilla. Los despidos rondarán los 150 trabajadores de un total de 450, y los que permanezcan en sus puestos verán reducido su salario un 15%. Esta toma de decisión por parte de Juan Luis Cebrián, presidente ejecutivo de PRISA y de El País, ha alarmado a la opinión pública, teniendo en cuenta la cantidad de críticas que salieron del propio periódico en contra de la reforma laboral lanzada por el Gobierno.
No obstante, el público se mantiene interesado en la información y sigue leyendo mediante el uso de varios formatos. Sin embargo, ante este panorama desolador, es necesario reinventar el esquema económico que traduzca las pérdidas en ganancias, sacándole partido a las versiones digitales y los formatos en tableta, que suponen el futuro, sin duda alguna, de los medios de comunicación.
El control editorial de Wikipedia
Wikipedia, tal y como se autodefine, es una enciclopedia virtual gratis, libre y accesible por todos. Cuenta con millones de entradas, está traducida a 285 idiomas, y es una de las 10 páginas web más visitadas del mundo y conocida por todos los internautas.
El gran punto a favor de Wikipedia, es que cualquier persona puede participar y publicar una entrada. Sin embargo, nos encontramos con una doble vertiente: el hecho de que cualquier persona pueda escribir en ella, implica también otros aspectos negativos.
Uno de ellos, es la veracidad: ¿hasta qué punto podemos fiarnos de una fuente de Wikipedia? Muchas entradas disponen de permiso para ser modificadas (evidentemente, por cualquiera), de modo que una entrada puede ser sometida a cambios que no se corresponden al contenido original. Existen personas que se dedican a realizar modificaciones por el puro placer de provocar un escándalo. Así, se han dado casos estridentes como la muerte del senador Ted Kennedy o el caso Owens, entre otros muchos. Todos ellos son llevados a cabo por estudiantes universitarios, periodistas, o meros usuarios que ocupan su tiempo libre de este modo.
Ante estos errores y su enorme repercusión mediática, la Fundación Wikimedia decidió, en el año 2009, establecer un control editorial con la finalidad de hacer de ella una enciclopedia fiable y segura. Este control editorial, que comenzó estableciéndose solamente a las páginas en inglés (el idioma más activo y con mayor actualización de contenidos), aún no se ha expandido al resto de idiomas por falta de participación de Wikipedistas de otros países, donde el contenido no está tan actualizado o es más pobre.
Estas nuevas limitaciones se centran en los artículos relacionados con personajes célebres y famosos que todavía viven. Un equipo de editores se encarga de revisar los cambios que se hagan en tales artículos, de modo que quedan en cola hasta que son aprobados -o no-, pero no pueden publicarse de forma directa e inmediata, de modo que los visitantes que lean cualquiera de esas entradas accederán a la versión anterior no modificada.
No obstante, el hecho de que haya habido tantos errores y que los medios de comunicación se hayan hecho eco de ellos, muchas veces porque han sido los propios periodistas los que los han difundido sin comprobar si la información era verdadera, ha suscitado sospechas acerca del criterio periodístico y de la verdadera labor desempeñada a la hora de conseguir información, analizarla y contrastarla.
Por ese motivo, y con el propósito de evitar que la información contenida en Wikipedia pueda considerarse de dudosa fiabilidad, se ha propulsado este control, a fin de conseguir que la gran enciclopedia virtual, consultada por todos los internautas, se convierta en una herramienta tan válida como las viejas enciclopedias de antaño, robustas y de papel, que habitan en las estanterías de todo hogar, cansadas de acumular polvo desde la revolución digital.
Ante estos errores y su enorme repercusión mediática, la Fundación Wikimedia decidió, en el año 2009, establecer un control editorial con la finalidad de hacer de ella una enciclopedia fiable y segura. Este control editorial, que comenzó estableciéndose solamente a las páginas en inglés (el idioma más activo y con mayor actualización de contenidos), aún no se ha expandido al resto de idiomas por falta de participación de Wikipedistas de otros países, donde el contenido no está tan actualizado o es más pobre.
Estas nuevas limitaciones se centran en los artículos relacionados con personajes célebres y famosos que todavía viven. Un equipo de editores se encarga de revisar los cambios que se hagan en tales artículos, de modo que quedan en cola hasta que son aprobados -o no-, pero no pueden publicarse de forma directa e inmediata, de modo que los visitantes que lean cualquiera de esas entradas accederán a la versión anterior no modificada.
No obstante, el hecho de que haya habido tantos errores y que los medios de comunicación se hayan hecho eco de ellos, muchas veces porque han sido los propios periodistas los que los han difundido sin comprobar si la información era verdadera, ha suscitado sospechas acerca del criterio periodístico y de la verdadera labor desempeñada a la hora de conseguir información, analizarla y contrastarla.
Por ese motivo, y con el propósito de evitar que la información contenida en Wikipedia pueda considerarse de dudosa fiabilidad, se ha propulsado este control, a fin de conseguir que la gran enciclopedia virtual, consultada por todos los internautas, se convierta en una herramienta tan válida como las viejas enciclopedias de antaño, robustas y de papel, que habitan en las estanterías de todo hogar, cansadas de acumular polvo desde la revolución digital.
domingo, 7 de octubre de 2012
El grupo Bilderberg
Cada año, tiene lugar una reunión a la que asisten las 130 personas, aproximadamente, más influyentes del mundo. Miembros de la realeza, políticos, importantes empresarios y medios de comunicación de Europa, Estados Unidos y Canadá (los países pertenecientes a la OTAN), forman parte, mediante invitación, de este club, cuya primera reunión data del año 1954, en Oosterbeek, Países Bajos, en el Hotel Bilderberg, que da nombre al grupo.
Desde entonces, este grupo se reúne cada año, a puerta cerrada en medio de un gran hermetismo sin informar a los medios de sus debates ni de sus conclusiones. Las reuniones tienen una duración de cuatro días, siempre de jueves a domingo, y se celebran en pueblos pequeños próximos a grandes ciudades.
El grupo Bilderberg ha sido, en varias ocasiones, el punto de mira de muchos periodistas. Sus reuniones resultan muy atractivas por el secretismo y la exclusividad que las envuelve. El periodista, escritor e investigador Daniel Estulin, que lleva más de trece años cubriendo noticias sobre el Grupo Bilderberg para medios de Estados Unidos y Canadá, afirma que no se publica nada sobre estas reuniones debido al acuerdo cómplice entre los medios y los integrantes del grupo.
Medios como The New York Times, Washington Post, Le Figaro, Le Monde, Grupo Prisa (Luis Cebrián ha asistido en varias ocasiones a las reuniones), The Economist, Wall Street Journal, y las principales cadenas televisivas de Estados Unidos, Canadá y Europa, han acudido a este evento anual sin hacer ni una sola referencia al respecto posteriormente. La lista de participantes de los útlimos tres años puede consultarse fácilmente a través de una simple búsqueda en Internet.
Son muchas las teorías que han circulado sobre la enorme influencia que ejercen estas reuniones a escala global, social, política y económicamente. Sus integrantes gozan de una posición privilegiada y poseen informaciones que deben ocultar para que resulten efectivas. La invasión de Irak, la subida del petróleo, la explosión de la burbuja inmobiliaria, la elección de Obama como presidente de los Estados Unidos, son temas con los que ya contaban desde un principio tras su puesta en común.
¿Estamos hablando, por tanto, de una teoría conspirativa? La idea de un grupo de altos dirigentes que mueven sus hilos y utilizan su influencia para encaminar al resto de la sociedad hacia la vía deseada es poco halagüeño, y mucho menos esperanzador. Algunos expertos teóricos han hablado sobre ello y, aunque no hay consenso y unos se decantan por la idea expuesta, otros afirman que ésa sólo es una forma de dejar recaer en alguien la responsabilidad del infortunio colectivo y personal.
Un aspecto a tener muy en cuenta, dadas las circunstancias, es que la información que no aparece en los medios es muy importante, y hay que tomarla como cierta. Según Daniel Estulin, en unas declaraciones a El Confidencial, "durante los últimos 50 años nos han dicho que la verdad está en el Washington Post y en El País, y que lo que no aparece en los medios de comunicación de masas no son más que conspiraciones". Los medios aprovechan su influencia en los temas de discusión del momento (también llamados agenda setting) para dirigir la atención hacia un punto concreto. No sería raro, entonces, que utilizaran ese mismo poder para no hablar de Bilderberg y señalar otros temas de actualidad.
Desde entonces, este grupo se reúne cada año, a puerta cerrada en medio de un gran hermetismo sin informar a los medios de sus debates ni de sus conclusiones. Las reuniones tienen una duración de cuatro días, siempre de jueves a domingo, y se celebran en pueblos pequeños próximos a grandes ciudades.
El grupo Bilderberg ha sido, en varias ocasiones, el punto de mira de muchos periodistas. Sus reuniones resultan muy atractivas por el secretismo y la exclusividad que las envuelve. El periodista, escritor e investigador Daniel Estulin, que lleva más de trece años cubriendo noticias sobre el Grupo Bilderberg para medios de Estados Unidos y Canadá, afirma que no se publica nada sobre estas reuniones debido al acuerdo cómplice entre los medios y los integrantes del grupo.
Medios como The New York Times, Washington Post, Le Figaro, Le Monde, Grupo Prisa (Luis Cebrián ha asistido en varias ocasiones a las reuniones), The Economist, Wall Street Journal, y las principales cadenas televisivas de Estados Unidos, Canadá y Europa, han acudido a este evento anual sin hacer ni una sola referencia al respecto posteriormente. La lista de participantes de los útlimos tres años puede consultarse fácilmente a través de una simple búsqueda en Internet.
Son muchas las teorías que han circulado sobre la enorme influencia que ejercen estas reuniones a escala global, social, política y económicamente. Sus integrantes gozan de una posición privilegiada y poseen informaciones que deben ocultar para que resulten efectivas. La invasión de Irak, la subida del petróleo, la explosión de la burbuja inmobiliaria, la elección de Obama como presidente de los Estados Unidos, son temas con los que ya contaban desde un principio tras su puesta en común.
¿Estamos hablando, por tanto, de una teoría conspirativa? La idea de un grupo de altos dirigentes que mueven sus hilos y utilizan su influencia para encaminar al resto de la sociedad hacia la vía deseada es poco halagüeño, y mucho menos esperanzador. Algunos expertos teóricos han hablado sobre ello y, aunque no hay consenso y unos se decantan por la idea expuesta, otros afirman que ésa sólo es una forma de dejar recaer en alguien la responsabilidad del infortunio colectivo y personal.
Un aspecto a tener muy en cuenta, dadas las circunstancias, es que la información que no aparece en los medios es muy importante, y hay que tomarla como cierta. Según Daniel Estulin, en unas declaraciones a El Confidencial, "durante los últimos 50 años nos han dicho que la verdad está en el Washington Post y en El País, y que lo que no aparece en los medios de comunicación de masas no son más que conspiraciones". Los medios aprovechan su influencia en los temas de discusión del momento (también llamados agenda setting) para dirigir la atención hacia un punto concreto. No sería raro, entonces, que utilizaran ese mismo poder para no hablar de Bilderberg y señalar otros temas de actualidad.
sábado, 6 de octubre de 2012
Pedro J. Ramírez: la nueva Edad de Oro del Periodismo
Pedro J. en el Aula Magna de la Facultad de Económicas |
Era lunes 1 de Octubre, y todos los asistentes esperaban a que diera lugar el comienzo de la conferencia impartida por el director del diario El Mundo, Pedro J. Ramírez, progra- mada a las 12:00 con el título "La nueva Edad de Oro del Periodismo".
La sala, de aforo muy limitado, se llenó con rapidez, y muchos de los estudiantes se vieron obligados a sentarse en las escaleras o permanecer de pie. Cuando Pedro J. entró, el murmullo general fue disminuyendo, y a la hora señalada dio inicio la ponencia.
En primer lugar, habló el decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Información de la Universidad San Pablo CEU, quien hizo una breve introducción seguida de una presentación del ponente por parte de uno de los alumnos de la universidad.
Tras la pequeña reseña biográfica, Pedro J. se puso en pie y comenzó la explicación de su visión futura respecto a la evolución de los medios de comunicación. "Mi planteamiento es que estamos en medio de la tormenta perfecta", afirmó, "Los problemas genéricos de la crisis económica mundial que afecta
específicamente con grandileza a España y los problemas concretos del
sector están relacionados con un cambio en la estructura de la demanda
de la información".
Así daba inicio la conferencia. El director de El Mundo repasó uno por uno los aspectos más importantes respecto al desarrollo actual de las nuevas tecnologías. Señaló que los nuevos artilugios electrónicos "están alterando tanto el consumo de los medios como la relación que los ciudadanos tienen con ellos". Eso genera la necesidad de un cambio de perspectiva en el mercado. Las situaciones varían, la sociedad progresa, y los medios son un claro reflejo de esos cambios. El periodismo como antes era entendido ya no sirve, hay que evolucionar, hay que dar un paso más. Los lectores ya no piden lo mismo que antes.
"La paradoja es que en este apogeo de la Sociedad de la Información, muchos medios están cerrando", dijo el veterano periodista. Dada la crisis mundial, hay muy pocas oportunidades profesionales, y "una actividad que ha estado durante tanto tiempo en boga en las pasadas décadas, como es el periodismo, ahora es extraordinariamente sombría".
La inversión publicitaria en los diarios en los EEUU medida en dólares constantes ha sido en el 2010 la misma que en 1950. Es decir, un salto hacia atrás de sesenta años. No menos estremecedoras son las cifras de inversión publicitaria en España, que van a caer este año por debajo de la mitad de los 8000 millones de euros del año 2007. "Y en el caso de los periódicos, vamos a pasar de 1900 millones de inversión en 2007 a apenas 700 millones", concretó Pedro J. Ramírez, "Cuando una actividad que necesita siempre del soporte de una empresa viable, cuna de sus dos fuentes de ingresos, se reduce de una forma tan terrible, se hace muy difícil mantener a flote la nave".
Al mismo tiempo, la repercusión de los periódicos en el soporte tradicional, como es el papel, ha ido disminuyendo constantemente. ¿Por qué? Porque ha empezado a buscarse la información en Internet. Hay un elemento clave para que no estén cuadrando las cuentas, que es que lo que se recupera vía Internet a través de las ediciones electrónicas en lo que se refiere a publicidad es muy poco. Esto se traduce en un problema de solvencia y mantenimiento en el medio.
Pedro J. habló del error cometido en ese aspecto. En un principio se pensaba que con millones de usuarios únicos en las ediciones digitales se conseguirían los mismos ingresos publicitarios de las cadenas televisivas. "Luego resulta que sólo una pequeña parte de esos usuarios únicos realmente ven un número de noticias significativo como para poder llamarlos lectores y la inmensa mayoría son personas que hacen windows shopping, que van de escaparate en escaparate y ni siquiera entran en la tienda".
Sin embargo, su perspectiva no es del todo desoladora. El periodista piensa que la propia tecnología, causa de estos problemas, es también la solución a ellos mediante el desarrollo de los soportes móviles, como el iPad, los smartphones y el resto de tabletas. Todos estos soportes no dejan de ser una plataforma, un medio de distribución de información más eficiente que el tradicional de papel. Los problemas del rotativo no se dan en el soporte digital (tala de árboles, extracción del papel, colocación en bovinas, impresión, fallos técnicos, etc.). El medio en papel es mucho más costoso y está sujeto a muchos factores de ineficiencia que desaparecen con la distribución de contenidos a través de soportes electrónicos. De todos modos, Pedro J. no cree en la desaparición del papel, "ojalá tenga larga vida", dijo, pero sí opina que el soporte en el que van a crecer los periódicos es el móvil.
Con todo esto se va a crear un concepto nuevo de lo que es un periódico y se va a generar un lenguaje distinto entre el periódico y sus lectores. "En este contexto va a ser también esencial el conocimiento de los lectores".
Habló, en términos económicos, del ARPU (Average Revenue Per User), que podría ser generado por la suma de los ingresos por venta de contenidos electrónicos, por publicidad inteligente y por utilización de los datos de los lectores o suscriptores, y que podría devolver la prosperidad al sector de la información, "actualmente decrépito".
"Estamos en el fondo de la crisis, estamos en ese momento en que lo nuevo
no ha terminado de nacer y lo viejo no ha terminado de desaparecer, pero
existe una luz al final del túnel". Con estas palabras esperanzadoras finalizaba la conferencia, no sin añadir que el público "está encima del escenario, y de eso deben ser ya conscientes todos los medios de comunicación".
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