domingo, 7 de octubre de 2012

El grupo Bilderberg

Cada año, tiene lugar una reunión a la que asisten las 130 personas, aproximadamente, más influyentes del mundo. Miembros de la realeza, políticos, importantes empresarios y medios de comunicación de Europa, Estados Unidos y Canadá (los países pertenecientes a la OTAN), forman parte, mediante invitación, de este club, cuya primera reunión data del año 1954, en Oosterbeek, Países Bajos, en el Hotel Bilderberg, que da nombre al grupo.

Desde entonces, este grupo se reúne cada año, a puerta cerrada en medio de un gran hermetismo sin informar a los medios de sus debates ni de sus conclusiones. Las reuniones tienen una duración de cuatro días, siempre de jueves a domingo, y se celebran en pueblos pequeños próximos a grandes ciudades.

El grupo Bilderberg ha sido, en varias ocasiones, el punto de mira de muchos periodistas. Sus reuniones resultan muy atractivas por el secretismo y la exclusividad que las envuelve. El periodista, escritor e investigador Daniel Estulin, que lleva más de trece años cubriendo noticias sobre el Grupo Bilderberg para medios de Estados Unidos y Canadá, afirma que no se publica nada sobre estas reuniones debido al acuerdo cómplice entre los medios y los integrantes del grupo.

Medios como The New York Times, Washington Post, Le Figaro, Le Monde, Grupo Prisa (Luis Cebrián ha asistido en varias ocasiones a las reuniones), The Economist, Wall Street Journal, y las principales cadenas televisivas de Estados Unidos, Canadá y Europa, han acudido a este evento anual sin hacer ni una sola referencia al respecto posteriormente. La lista de participantes de los útlimos tres años puede consultarse fácilmente a través de una simple búsqueda en Internet.

Son muchas las teorías que han circulado sobre la enorme influencia que ejercen estas reuniones a escala global, social, política y económicamente. Sus integrantes gozan de una posición privilegiada y poseen informaciones que deben ocultar para que resulten efectivas. La invasión de Irak, la subida del petróleo, la explosión de la burbuja inmobiliaria, la elección de Obama como presidente de los Estados Unidos, son temas con los que ya contaban desde un principio tras su puesta en común.

¿Estamos hablando, por tanto, de una teoría conspirativa? La idea de un grupo de altos dirigentes que mueven sus hilos y utilizan su influencia para encaminar al resto de la sociedad hacia la vía deseada es poco halagüeño, y mucho menos esperanzador. Algunos expertos teóricos han hablado sobre ello y, aunque no hay consenso y unos se decantan por la idea expuesta, otros afirman que ésa sólo es una forma de dejar recaer en alguien la responsabilidad del infortunio colectivo y personal.

Un aspecto a tener muy en cuenta, dadas las circunstancias, es que la información que no aparece en los medios es muy importante, y hay que tomarla como cierta. Según Daniel Estulin, en unas declaraciones a El Confidencial, "durante los últimos 50 años nos han dicho que la verdad está en el Washington Post y en El País, y que lo que no aparece en los medios de comunicación de masas no son más que conspiraciones". Los medios aprovechan su influencia en los temas de discusión del momento (también llamados agenda setting) para dirigir la atención hacia un punto concreto. No sería raro, entonces, que utilizaran ese mismo poder para no hablar de Bilderberg y señalar otros temas de actualidad.




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