Jane Austen vivió en la época de la regencia, puente entre el periodo georgiano y el victoriano. El paso de un periodo a otro tuvo lugar a raíz de dos factores externos de gran trascendencia: por un lado, la revolución agraria, que constituyó el comienzo de la revolución industrial -la sustitución del trabajo manual por la industria y la manufactura- y, por otro, el colonialismo, las Guerras Napoleónicas y la extensión del Imperio Británico.
No obstante, si bien sus obras reflejan con precisión el ambiente y las costumbres de la campiña inglesa de finales del XVIII y principios del XIX, no se caracterizan por describir los cambios que la sociedad rural georgiana estaba sufriendo con la llegada de la modernidad.
Uno de los grandes errores siempre ha sido considerar a Jane Austen como escritora victoriana. No era victoriana. El período victoriano comenzó en 1837, con el ascenso al trono de la reina Victoria, quien nació en el año 1819. La vida de Jane transcurrió en un subperíodo georgiano, la regencia, denominada así porque el Príncipe de Gales, posteriormente conocido como Jorge IV, ejercía la regencia del reino debido a la demencia de su padre el rey Jorge III. Ésta fue la época en la que sus novelas fueron publicadas por primera vez. De hecho, el Príncipe de Gales se encontraba entre uno de sus principales lectores más entusiastas y, aunque Jane no guardaba una buena opinión sobre los príncipes en buena parte a causa de sus conocidas infidelidades, le dedicó una de sus novelas, Emma, a petición de éste.
Con la llegada de la industrialización, el antiguo orden jerárquico, que situaba a la nobleza en la cúspide de la pirámide, sufrió un proceso de cambio con la llegada de una nueva clase acomodada, la burguesía, clase media que adquiría sus riquezas de una nueva forma, mediante el trabajo artesanal y las mercaderías. Esta clase social, hasta entonces minoritaria, comenzó a hacerse notar y ganar en importancia. La revolución agraria había provocado un incremento en la población inglesa que, al hacer crecer la demanda, impulsó notoriamente la economía.
La población inglesa inició un éxodo del campo a la ciudad en busca de empleo en aquella incipiente industrialización. Se precisaba un nuevo conjunto de valores, puesto que la vieja tradición mantenida hasta entonces había quedado obsoleta y ya no podía cubrirlos. Por otro lado, la serie de conflictos militares que originaron las Guerras Napoleónicas incidieron en el ambiente general de la sociedad inglesa, y abrieron un tipo de profesión mayoritaria en el ejército, que siguió en alza con la expansión del colonialismo.
La época georgiana se caracterizó por varios aspectos fundamentales. Uno de ellos fueron los cambios sociales, como la abolición de la esclavitud o la reforma de las prisiones. Fue la época en la que los grandes intelectuales plantearon la cuestión del estado de bienestar. Por otro lado, el resurgimiento de la novela planteó una importante discusión que afectaba a los autores de la época, la gran pregunta que cuestionaba si la novela era o no un género literario y de calidad.
No hay que olvidar, tampoco, que la imprenta había hecho posible la adquisición de libros a las clases no adineradas. El número de publicaciones experimentó un crecimiento, lo cual favoreció la aparición de un gran número de escritores profesionales.
En cuanto a la postura de Jane respecto a la importancia de la novela, ella defendía tal género como un género de calidad, y en sus obras introducía esta opinión personal junto a severas críticas hacia las novelas de segunda categoría.
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